Este cierre con una explosión de alegría salvaje, no quedan cuerpos exhaustos… sino almas jadeantes, mezcladas, en éxtasis animal lo que también es divino, genial expresa fuerza y ternura a la vez. Un ritual en el que el alma se desboca, galopa desnuda y se convierte en una fiera luminosa que muerde y acaricia a la vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario